Definiendo la Estrategia de Medios

Actualmente, existe una proliferación de medios que ha crecido de forma extraordinaria. Lo anterior, en gran medida provocado por el avance tecnológico de nuestros días. Las empresas, hoy, tienen cada vez un trabajo más difícil al tratar de decidir cuáles de éstos medios deben elegir para comunicar su mensaje. ¿Qué medios debo usar? ¿Sigo usando los tradicionales? ¿Debo probar los nuevos medios? ¿Cuáles son los más adecuados, etc, etc…?

Surgen un sinfín de preguntas a responder. Sin embargo, aunque es cierto que cada vez hay más opciones de medios en el mercado, lo más importante es definir primero una Estrategia de Medios que vaya alineada a los objetivos que se pretenden conseguir al publicitarse en los diferentes medios.

La pregunta obligada es ¿a quién me quiero dirigir? La respuesta a esta pregunta, es determinante para decidir el ¿dónde debo comunicar el mensaje?

Lo anterior implica, primero, que sin un conocimiento claro de la audiencia a la que va dirigido nuestro producto o servicio, cualquier esfuerzo en medios que hagamos, será un desperdicio sino tenemos claramente definido nuestro target.

Y segundo, que muchas veces, no caemos en cuenta, que el medio utilizado para comunicar el mensaje, también influye en la efectividad de la entrega del mensaje. Si elegimos mal el medio, por más claro que tengamos nuestro target habrá una distancia, una brecha que evitará entregar el mensaje de forma correcta, generando una inconsistencia. Es por ello, que es necesario buscar, que el medio sea congruente con el mensaje y viceversa.

Si bien, definir el Target es parte de un proceso y requiere de una segmentación previa, algunos elementos que podemos considerar al tratar de enfocar la Estrategia de Medios a nuestro Target son el conocer variables que nos ayuden a descifrar a nuestros clientes para saber por qué actúan como actúan y cuáles son sus motivaciones de compra. Algunas de las variables más utilizadas son las siguientes:

  • Socio-demográficas (edad, género, ocupación, eduación, NSE,religión, etc.)
  • Psicográficas (intereses, creencias, costumbres, etc.)
  • Económicas (ingresos, deudas, créditos, etc, etc.)
  • Comportamiento de compra (tipo de tarjeta de crédito, marcas que consume, frecuencia de compra, lealtad de marca, etc, etc.)
  • Hábitos de consumo y exposición a Medios (dónde recibe información de los productos que consume, prefiere y compra? ¿Qué medios se usan generalmente para transmitir está información?¿Qué medios usa y con qué frecuencia?

Si bien existen otro tipo de variables, las anteriores son un buen comienzo para tratar de entender a nuestros clientes y con ello, tener una idea más clara sobre los medios a utilizar en nuestra comunicación. Esto nos facilita, el trabajo de elegir los medios más adecuados, así como el poder aprovechar y elegir medios dirigidos, que resulten más efectivos y eficientes.

Por otro lado, de la misma forma en qué buscamos conocer a nuestro cliente, debemos conocer los medios candidatos a elegir. Obteniendo información específica sobre ellos, por ejemplo: alcance, impacto, tiempo de exposición, número de usuarios, número de lectores, costo, confiabilidad, cobertura, términos y condiciones etc, etc.

Finalmente, no hay que olvidar el factor “presupuesto disponible” y priorizar la inversión en medios, en aquellos medios que contribuyan más al objetivo planteado en la Estrategia, y en aquellos que ofrezcan mayor eficiencia y optimización de la inversión.

 

Por Nancy Ortiz / Marketera

 

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